lunes, 9 de diciembre de 2013

Niños y Perros

¡Hola!

Hace tiempo leí un comentario en el que comparaban la educación y el comportamiento de un perro con un niño, y de una respuesta que recriminaba este hecho, es decir, que decía que no estaba bien comparar a un animal con una persona, por lo que pensé ¿por qué no?

Mi experiencia desde la educación de un cachorro no la veo muy desencaminada en la comparación con educar a un niño y todo el esfuerzo que requiere (evidentemente no dudo que será mucho más complicado educar a un niño o necesitarás más tiempo pero hay cosas básicas que creo que se aplican a ambos)
Desde que Neska apareció por la puerta con mes y medio de edad, hasta que tuvo 8 meses más o menos mi novio y yo no salíamos tranquilos. Y ni os cuento hasta que pudo salir a la calle a hacer sus cosas con todas las vacunas puestas, eran prácticamente 24 horas al día dedicados a la perra, no sólo recogiendo sus cosas por la casa, sino además educándola constantemente y jugando con ella para que pudiésemos conservar la fianza del piso jeje (y no sólo eso, bromas aparte, empiezas a crear un vínculo con ella que es muy bonito, porque ves que eres eso, su mami, que confía en ti y que igual que la regañas o la ignoras cuando ha hecho algo mal, también compartes juegos y mimos). Es más, nos quedamos prácticamente dos meses sin poder salir los fines de semana por no dejarla sola y que se fuese acostumbrando poco a poco a nuestros horarios (y nosotros a ella también claro)


Antes de que Neska llegase a casa me recorrí todo Internet en busca de pautas para educar a un cachorro mediante el adiestramiento en positivo, es decir, premiar lo bueno e ignorar lo malo (nunca castigarlo; aunque a veces la situación te supera y algún que otro grito se ha llevado) y he de decir que ¡funciona! Por ejemplo para conseguir que hiciese pis y caca en la calle, cuando lo hacía en casa, la vieses o no en ese momento de incontinencia, no decía nada, y acto seguido cogía la fregona, lo limpiaba y como si no hubiese pasado nada (eso sí, tampoco la hablaba mucho, simplemente, pasaba de ella; por cierto, añadiré que es mucho más efectivo si además no te ven recoger el pis, porque significa que no ha conseguido llamar tu atención, simplemente el pis ha desaparecido) y cuando lo hacía en la calle la premiaba con una chuche (amén de gritos y saltos como una loca de ¡¡MUY BIEEEEN!! porque me ahorraba un fregado en casa)
Otra de las cosas que funcionaba a la PER-FE-CCIÓN era cuando le entraba su hora  hiperactiva. Como todo cachorrote Neska siempre ha sido y es muy loquita para jugar, le encanta, con un cordón, con un peluche, con lo que sea, pero contigo, aunque hay veces que se ponía muy pesada o simplemente no era el momento de jugar (una de las cosas que aprendí es que el juego empieza y/o acaba cuando tu quieres, no cuando el perro quiere, es otra forma de que aprendan) así que lo único que hacía era prácticamente ponerme de espaldas a ella e ignorarla completamente, y un par de ladridos de protesta después se iba y nos dejaba tranquilos.
Pues como estas situaciones muchas otras (por ejemplo para que no pida en la mesa, ni mirarla mientras comes), es eso, premiar lo bueno (por ejemplo, la obediencia básica la prácticamos mucho incluso hoy en día para jugar, creo que al mes compro unos 4 paquetes de salchichas y dos rollos de pavo, pero por supuesto merecen la pena en muchos sentidos) e ignorar lo malo (que a veces se nos olvida y nos vamos al grito fácil pero de verdad que no es lo mejor para nadie)
Por cierto, me da mucha pena los peludos que van con sus dueños y son regañados o pegados por cualquier tontería (no hablemos ya de los collares de castigo), eso solo genera situaciones de estrés para el perro, o por ejemplo cuando Neska era cachorro ya me dijeron en más de una ocasión "cuando lo haga restriégale el hocico por el pis y ya verás como no lo vuelve a hacer"; en fin, me parece algo cruel y humillante además, con esta alusión a los castigos o gritos, lo que quiero decir es que no comprendo que la gente tenga un perro para hacerle sentir mal, yo quiero educar a mi perra y que ella confíe en mí porque sepa que la quiero, ¡¡¡no que me obedezca por miedo a lo que le puedo hacer!!!

Total, que aquí entra el tema de los niños, a estas alturas, considero que Neska se sabe comportar perfectamente en sitios públicos y me la suelo llevar mucho a bares y restaurantes donde podemos ir con perro, algo que no ocurre con muchos niños, como todos hemos podido comprobar muchas veces ¿verdad?
Aquí entra la famosa frase de "la culpa no es de ellos, es de los padres"; efectivamente.
Niños que chillan, corren o molestan pero oye, son niños, así que algunos padres considerarán que no tienen que hacer nada por procurar que todos estemos a gusto tomando nuestro café o la cena, pero claro, cuando les tocan las narices, se ponen a regañarlos o se enfadan (lo que incluso acarrea más gritos o llantos)
Ah, no, espera, que es que un perro es un perro y un bar no es sito para que estén ¿verdad? pero tu hijo que lleva gritando y corriendo media hora con el triciclo por todo el bar sí puede ¿alguien me puede explicar por qué? O, uy no, un perro, qué asco, pues creo que todos tenemos a los peludos perfectamente limpios, vacunados y aseados, ¿y nunca habéis olido a la típica persona que lleva semanas o más sin lavarse y canta de lejos?

Además, como decía antes, mi novio y yo nos hemos tirado muchos días dedicados prácticamente 100% a la perra, educándola, queriéndola, pasando tiempo con ella, alegrándonos por las cosas buenas y llorando cuando ha estado malita en alguna ocasión, es verdad que son dos especies distintas y en ningún momento pretendo humanizar a un animal o criticar alegremente a los niños, pero sí considero que hay mucho parecido entre ambas educaciones (aunque a la larga es más sacrificada y costosa la del niño, supongo, y por ende espero que también con más tiempo de satisfacciones a su vez) y que ambos son seres vivos y sintientes, que parece que a veces se nos olvida y nos quedamos en la palabra "perro", un animal que podemos moldear a nuestro antojo aunque sea a base de palos, y no, ellos sienten, demuestran amor, lealtad o miedo y temor ¿no demuestra un niño lo mismo dependiendo de la educación que reciba en sus primeros años?

Por último añadir que el adiestramiento en positivo no es ignorarla por primera vez y pensar que va a funcionar, es cuestión del carácter del perro y de tener paciencia, puede que no aprenda a la primera, pero a base de repeticiones entenderá qué esperas que haga (por eso el castigo es la vía rápida, conseguir algo mediante dolor y posterior temor y parece muy efectivo pero de verdad, ¿la gente quiere que su perro obedezca por miedo? me parece muy triste)
Además, nada como sentir el orgullo de madre perruna cuando ves que sabe hacer muchas cosas, es alegre, juega, no tiene miedos y sobre todo ¡te considera su familia! ¿No lo sabías? ¡Es que un perro no es "un perro"; es uno más en la familia!

¡Besos y lametones!

4 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo. Nosotros con nuestros perros limpios, educados y atados no podemos entrar en un centro comercial por decir un sitio concreto, pero yo tengo que soportar a una manada desquiciada de niños gritando, corriendo y tocándolo todo. Siempre lo he visto así y ahora que tengo perro, lo tengo cada vez más claro.

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    1. ¡y que lo digas! además también me consuelo pensando que el gasto ecónomico es mucho peor en niños que en perros jeje con los tiempos que corren....

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  2. Primero decirte que se me cae la baba con las fotos de Neska cuando era un bebe! Qué cosa más ideal!

    Y segundo que estoy totalmente de acuerdo contigo en que la educación de un niño y un perro son muy parecidas (ya lo he dicho más de una vez por Twitter) y creo que los que dicen lo contrario o bien no han tenido ni perro ni niños o bien no han sabido educar a ninguno de los dos.

    Yo ahora mismo tengo una perra de 3 años (que vive con mi madre, justo en el piso de al lado del mio) y una de 8 meses (que vive conmigo). Antes tuve otras dos. Todas de raza yorkshire. Evidentemente tengo algo de experiencia en como educar un cachorro y perro a perro voy adquiriendo más. Como tú creo que la paciencia es la clave aunque más de una vez estemos a punto de perderla… y con el tiempo y la constancia todo se consigue.

    Mi perrita de 8 meses (la tengo desde que tenía 4) está muchísimo mejor educada que muchos niños. Va conmigo a todos los sitios a los que puedo llevarla (de tiendas, de cena, de bares, al banco, a hacer la compra, etc.) la he acostumbrado desde el primer día que la tuve, a unos sitios entra andando, a otros en brazos y a otros en su transportín (en el que la encanta dormir plácidamente mientras nosotros comemos o cenamos por ahí). Se porta super bien nunca intenta salir de su bolsito, ni ladra, ni llora, ni molesta, por lo general la gente se suele extrañar de que dentro del bolso haya un perrito porque es super tranquila tan sólo pide estar junto a mí.

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  3. ¡Hola! muchas gracias por tu comentario!!! vaya suerte poder llevarla a todas partes, eso es lo bueno de los perrines pequeñitos que sea en transportin o en brazos la gente suele ser más permisiva con ellos ¿verdad? es algo que me da rabia, Neska pesa 21 kilos y claro, es de tamaño mediano asi que no puede ir a muchos sitios con la excusa del transportín jeje a ver si poco a poco vamos cambiando la mentalidad porque efectivamente, se portan mejor los peludos que los niños, (como bien dices si están educados y acostumbrados a estar en distintos sitios)

    Un saludito!!!

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